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En Keinzo Interiores te damos 5 razones por las que no nos entusiasma Ikea

Decoración de interiores: 5 razones por las que los diseñadores de interiores no (siempre) amamos Ikea

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Decoración de interiores: 5 razones por las que los diseñadores de interiores no (siempre) amamos Ikea

Ikea se ha convertido en una referencia para muchas personas que quieren amueblar y decorar su hogar. Te damos las razones por las que no nos gusta Ikea y qué evitarás si contratas a un profesional del diseño de interiores.

Actualmente Ikea se ha posicionado fuertemente en el ámbito del mueble y la decoración de interiores. El gigante sueco ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años en el sector de la decoración de interiores. Esta multinacional dedicada a la venta de muebles posee ya más de 300 tiendas en 38 países.  Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en esos muebles de líneas sencillas ofertados a un precio muy competitivo.

En Keinzo Interiores te damos 5 razones por las que a los decoradores y diseñadores de interiores no siempre nos encantan los muebles de Ikea.

Estas son nuestras principales razones como estudio de diseño de interiores por las que no amamos del todo a  Ikea.

  1. Pérdida de tiempo: ¿Do it your self o pesadilla yourself?

Cuando nos decidimos a añadir una pieza de Ikea a nuestro espacio para mejorar la decoración de interiores de un espacio, se hace bastante difícil encontrar aquella que nos pueda encajar. Además de ser un proceso bastante tedioso hay que añadir que los muebles de Ikea tienen unos nombres impronunciables en español. ¿A quién le resulta fácil preguntar a un empleado dónde se encuentra el espejo “Ifsjorden” que aparece en el catálogo?

Debemos tener en cuenta  además la pérdida de tiempo que supone encontrar el producto en sus mega estanterías. Después hay que cargarlo y llevarlo a casa, suponiendo que antes hayas tenido la precaución de investigar las medidas del embalaje y el número de bultos que se te van a entregar para asegurarte de que caben en el coche.

Una vez en casa, y si previamente has superado la prueba del ascensor, o las escaleras en el peor de los casos, te queda aún otro obstáculo: abrir la caja por el lado correcto y entender el manual. No encontrarás ni una sola instrucción escrita por parte de la compañía sueca. Todo aparece explicado a base de dibujos. Por tanto, si no te gustan los puzles, el montaje de tu simple estantería se transformará en un auténtico dolor de cabeza. ¿Has hecho planes para esa tarde? Ve cancelándolos. El montaje del inocente mueble que has comprado te llevará mucho más tiempo de lo que imaginas.

  1. Sistema de módulos poco práctico: palabra de diseñador de interiores

Si estás buscando un mueble para que llene la pared de tu salón de lado a lado, el mueble de IKEA no es la mejor opción. Su sistema de módulos de 60, 40 o 20 centímetros hace que, la mayoría de las veces, tu mueble no encaje a la perfección en el hueco que has destinado para él. Esto provocará que queden unos antiestéticos espacios vacíos a los lados que se convertirán en una fuente de acumulación de polvo y suciedad. Al final y después de tanto esfuerzo no conseguirás el efecto de decoración de interiores que tenías en mente.

  1. Los colchones de Ikea: no son el chollo que imaginas

Los colchones no son lo mejor que hace la fábrica sueca. Es verdad que son asequibles, pero están por debajo de la media en cuanto a satisfacción del consumidor. Además, si escoges una medida no estándar para tu cama, como pueden ser los 140 cm, por ejemplo, no podrás utilizar la ropa de cama que ya tienes. Acabarás comprándosela también a ellos. ¿Quieres saber por cuánto te va a salir finalmente el colchón? Toma una calculadora y ve sumando lo que te cuesta todo lo que vas a tener que adquirir. Verás que no es tan barato para la calidad que se ofrece.

     4.Una decoración demasiado estandarizada 

Es cierto que los precios de los muebles de Ikea son un buen reclamo pero, al final, sus piezas de mobiliario y decoración de interiores son demasiado populares. Es muy probable que vecinos, amigos y conocidos terminen teniendo lo mismo que tú, lo que implica un hogar sin personalidad propia. Si optas por los muebles más populares de la tienda sueca ve preparando una sonrisa estandarizada para cuando lleguen visitas a tu casa y nada más entrar te digan: “Esto es de Ikea, ¿verdad?”.

  1. Mobiliario inestable que no hay que perder de vista

Este es el mejor consejo que te podemos dar como diseñadores de interiores que somos: si te has encaprichado de un mueble de Ikea y es de grandes dimensiones lo mejor que puedes hacer es encargarle a un carpintero su montaje. No te saldrá tan económico pero estarás seguro de que el mueble estará firmemente montado y así tendrá una mayor vida útil. Además no supondrá un peligro para nadie.  También es muy importante que, si vas a comprar una estantería alta, te asegures de que está anclada a la pared. ¡Así evitarás sustos y accidentes!

En resumen, y desde nuestro punto de vista como decoradores de interiores, algunos muebles de Ikea son una opción como recurso sencillo a precio económico para resolver la decoración de ciertos espacios. Sin embargo, la mayoría de diseñadores de interior pensamos que son absolutamente incomparables a un mueble realizado a medida por un diseñador de interiores. Una pieza diseñada por un interiorista hará palidecer a cualquier pieza de Ikea. La calidad en cuanto a los materiales utilizados y el diseño personalizado al detalle no tienen nada que ver con el mobiliario del gigante sueco. Contratar a un profesional en la decoración de interiores con experiencia te permitirá recibir una orientación sobre lo que más te conviene para tu hogar en función de tus gustos y necesidades. Además, ahorrarás preocupaciones y ganarás tiempo, ya que te lo daremos todo hecho: diseño, fabricación, transporte y montaje. ¡Solo te quedará disfrutar!

 

 


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